La muerte como transformación.
- Derian.
- 18 sept 2022
- 3 Min. de lectura
Es inevitable conocer como el proceso de la muerte nos cambia de a poco en poco, es conocernos y reconocernos como individuos vulnerables ante la vida, ante lo que sucede. Resulta hoy en día, un tanto aterrador el saber que somos inertes ante cada paso que damos, y vemos entonces no solo el mas incierto futuro, sino una especie de dolor más real y cada vez más de cerca el olvido.

Reconocer que la muerte es real, nos cuesta a todos, implicaría que nuestros días no son mas, sino que día a día, son menos; que somos menos conforme amanecemos; que día a día, nos vamos acabando, así, despacito y de a poquito; es cierto... Estamos muriendo, y duele saber que un día las caras conocidas ya no estarán con nosotros, que un día dejaran de ser esos cuerpos, este cuerpo que habitamos, que somos y que adornamos. Nos es verdaderamente absurdo admitir y reconocer, el esfuerzo que le exigimos al cuerpo por lucir bello, por que no luzca viejo como una prioridad, ante que sea un cuerpo sano, incluso lo bello es comparado con lo sano.
¿Qué tanto podemos aceptar que nos equivocamos?, en nuestra ardua búsqueda de la verdad de la vida, en el tenerlo todo, antes de aceptar que nos tenemos a notros o a los que amamos; ¿A caso no vivimos; o nos desvivimos mejor dicho, por lo que la sociedad impone, el marketing o cierto grupo social?; desde cuando vemos personas en las navidades felices y contentas por un regalo , por tener que regalar a simplemente sabernos completos, enteros y agradecer que aun estamos.
¿Es necesario que la vida nos de un toque de muerte para recordar lo verdaderamente importante?
No se trata de aterrar, se trata de valorar lo que eres, a quienes tienes y amas, la versión que en verdad se transforma de ti. Saber que cada día vivimos pequeñas muertes, transformaciones y permitimos que la vida nos renueve en cada paso.
La muerte como hecho inevitable de la vida, nos entrega en la mano siempre un ultimo día, un ultimo instante, saber que lo importante es verdaderamente importante; por que tu le das ese valor; y entonces ¿A que le otorgas ese valor?. Saber que es con la muerte que no estamos transformando de una forma dolorosa o no, según se viva. Y no es injusta, simplemente vivimos ignorando, haciéndola a un lado, pasando la vida viendo su llegada como de reojo, pero por si no fuera poco, también le ponemos una edad a la etapa de la muerte y una condición. La muerte es solo para los viejos, para los enfermos de cosas terminales, ¿La muerte a los jóvenes, o niños? no, eso es para otras casas, para las familias de lejos, en otros lados. ¿Qué lo vivamos nosotros...? no, y mejor cambiemos de tema, no valla a ser que llamemos la tragedia.
He escuchado esto una y otra vez, y es que es verdad que el tema de la muerte, es ese tema que nadie habla en las reuniones, que a los niños se les priva, que todos ignoramos; ¿Para que?, si a final de cuentas esto llegara.
La muerte no tiene la culpa de ser, simplemente es, siempre tiene transformación de tras de ella, ¿trae dolor?, si; cuando no estamos preparados, cuando no vemos sus misterios, cuando nos ignoramos, cuando avanzamos poniendo atención en otras cosas, y no se trata de vivir únicamente con la idea de morir e ignorar el resto. Se trata verdaderamente de poner a la muerte como parte de la vida, como un elemento mas.
La muerte como un elemento de transformación y valoración de nosotros mismos.
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