EVOLUCIONAR DESDE LA ESENCIA.

Estamos en constante transformación y cambio, estamos siempre conectados y vinculados a otros.

Desde la terapia familiar y sistémica, nos invita a reflexionar sobre los cambios que somos, los que tenemos, los cambios que nos integran, ser conscientes de que cada cambio personal e individual, de alguna forma afecta también a otros; a los que nos rodean principalmente.

Evolucionar por y para uno mismo, siempre es una decisión personal, que afecta a otros, por lo tanto la esencia interna, lo que nos compone, lo que somos y lo que llevamos dentro de cada uno de nosotros, es la esencia de quienes nos formaron, de quienes nos rodearon, nos acompañan y acompañaron.

Evolucionar desde la esencia, implica evolucionar los patrones y las creencias de los otros, los que nos heredaron, la forma en la que me educaron de niño, ahora de grande ya no me determinan, ya no dirigen mi destino.

Evolucionar, significa que podemos ser libres, ser enteros y ser adultos, un adulto responsable de si mismo, responsable de sus actos y liberar a los que nos precedieron. "Es voltear a ver a aquellos que nos formaron y decirles... - ahora yo continuo desde aquí, ahora yo soy quien toma sus decisiones y sus consecuencias."

Evolucionar implica saberte dueño de ti, de tu destino y de lo que te lleva a sanar en la profundidad; es experimentar la vida en todas las áreas, pero desde la responsabilidad. Cada paso que doy implica un movimiento, hacia mi vida, hacia los que me rodean y me hago responsable.

¿Entonces hablamos de que Evolucionar es madurar?

Si, y no; madurar implica la responsabilidad, evolucionar implica trascender a lo diferente, a lo distinto, lo que ya no nos determina, implica fluir con nuestros comportamientos y llevarlos a una parte sana y evolucionada con el entorno, evolucionar implica estar en paz con tus heridas, tus silencios, tu propia historia; sonreír a ese pasado y seguir caminando.

La maduración es el camino a la evolución, por que aceptas, por que actúas y por que te responsabilizas, sin maduración, no podría haber evolución.